martes, 6 de noviembre de 2012

.

La tumbé en la camilla, su cuerpo parecía inherte a pesar de que simplemente estaba dormida. Até sus manos y sus pies con una dura cuerda y me senté a la espera de que esta se despertara.
- Buenos dias princesa - dije con una sonrisa macabra en el momento en el cual la chica abrió sus ojos y se cegó con la penosa luz que daba aquella estúpida bombilla.
Antes de que esta dijera palabra, tapé su boca con un pañuelo y dibujé unos labios con carmín.
- Ahora ya estás más guapa - sonreí y volví a sentarme.
Ella intentó moverse, pero no pudo, los nudos que hice eran demasiado fuertes y la cuerda demasiado gruesa para poder permitir que estos se deshicieran facilmente.
- Estate quieta preciosa.. No querrás que te haga daño.. ¿No? - volví a mostrar mi macabra sonrisa, la cual hizo que esta cediera y quedara inmóbil.
Decidí empezar mi obra de arte.
Quité su pañuelo con dulzura, y seguidamente, con tanta delicadeza como un luthier en el momento de escoger la madera adecuada para su preciado violín, proseguí a elegir el cuchillo con el cual haría esa futura acción. No era muy grande, pero tampoco pequeño, su forma era perfecta y su brillo era incomparable.
Me puse frente a ella y me miró con súplica, como si a través de sus ojos pidiera clemencia, tal como rey y acusado a pena de muerte. Le agarré la cara con firmeza y acaricié dulcemente sus pálidas mejillas con la hoja del cuchillo, seguidamente, lo clavé y dibujé una mayor sonrísa, un profundo corte desde la comisura de sus labios hasta la mitad de la mejilla y lo mismo hice con la otra.
- Una bonita sonrisa.. - hizo una leve pausa mientras agarraba un trapo y limpiaba ,mirándo hechizado, con suma delicadeza su cuchillo bañado en sangre - ... Para una chica bonita.
A pesar de que en estas hojas no pueda describir sus gritos, supongo que eran algo horripilantes para cualquier otro ser humano que no fuese yo, pero para mi, para mi era una dulce serenata.. Dulce melodia de los angeles junto con sus lágrimas de dolor y pánico. Puro placer de los dioses.

jueves, 14 de junio de 2012

Listen the night.


Túmbate y deja caer tus parpados levemente hasta cerrarlos. Respira hondo y deja que la suave brisa nocturna acaricie tu cuerpo.
¿Qué se siente al no pensar en nada?

Relájate. Deja que el único sonido existente sea el de tu corazón, que late a un ritmo lento y parsimonioso.

Déjate llevar por los sonidos de tu entorno, deja que tu cuerpo se vuelva sumiso con ellos. No los controles.

Deja que el frío oxigeno se introduzca plenamente en tus pulmones y vuelva a salir con suma delicadeza.


Y dime... ¿Qué se siente al dejar tu cuerpo en manos de la total tranquilidad? 

Tumblr_m5m9cehnu71qm7g8jo1_500_large


Camarero, una de soledad por favor, y que no escasee de silencio.


Odio esa sensación que se puede experimentar cuando sientes que tu corazón no quiere latir más pero debes sonreír y mostrar tu fantástica felicidad, la cual no existe pero te la pintas para que nadie se preocupe por ti, ya que quieres pasar desapercibida y hundirte sola en la miseria de mundo donde has nacido.  Pero por otra parte ansías que alguien se preocupe por ti y te ayude en ese duro momento, sea cual sea, y consiga devolverte tu “felicidad” de nuevo.

Sientes un dolor agudo en el pecho, como un vacío interior que no sabes con que llenar. Te cuesta reprimir las lágrimas y aunque estas caigan sin cesar, no logras sentirte mejor. Los pensamientos son escasos en tu mente, se queda completamente en blanco, y si alguno hay, créeme, no suele ser positivo.

Necesitas la soledad más que nunca, el silencio te satisface por decirlo de algún modo. Aunque estos sentimientos son realmente contradictorios ya que deseas estar solo con tus “no pensamientos” pero al mismo tiempo, quieres que alguien te ayude y no quieres pedirlo por parecer una desesperada o algo por el estilo, no, esa ayuda tiene que venir sola.



Y entre desesperadas lagrimas se escriben estos dudosos sentimientos pero cien por cien sinceros.


Tumblr_m582y8ujz91qc8g04o1_500_large

domingo, 4 de marzo de 2012

Se me acabaron las sonrisas enlatadas.

Muchas veces puedes sentirte fuerte, con paso firme y seguro, que nadie va a poder derrumbarte y que puedes seguir tan ancha y feliz con tu camino sin que otro se interponga y siendo clara, te joda el día.
Tu gran optimismo hace que ayudes a los demás cuando están con problemas y tienden a ser pesimistas.
Pero más tarde, te das cuenta de que tu "gran fuerza" es algo que tienes pintado y que realmente eres débil e inexperto como un simple gatito acabado de nacer.
Tus ánimos disminuyen a medida que ves que no sirves para nada, que no consigues sacarle una sonrisa a nadie y que lo que realmente consigues hacer es molestar o empeorar la situación haciendo decaer el poco ánimo que le queda a la persona a la que intentas ayudar.
Se podría resumir en que, si realmente eres inútil, no hace falta que te esfuerces para nada, todo y dando el ciento diez por cien de ti, no lograrás nada en tu mísera vida.




A si que, sin mas demora, señores y señoras, he aquí un simple ejemplo de persona inútil, que no consigue hacer nada más en su vida que amargar y disminuir la alegría de los demás. Encantada.

Tumblr_ly83qaypip1r1lma2o1_500_large