Nota de suicidio.

Las ultimas palabras siempre son amargas, no hay ninguna despedida dulce si os dais cuenta.


Lloro, sin saber porque, pero no tengo decidido mi destino.
Para que nací si todos me dicen lo mismo, aunque no sea con las mismas palabras, el mismo tono de voz...
¿ Porque no haces nada bien?
A lo que yo les respondo, con las típicas preguntas que llevo siempre en mente, que no tienen respuesta...
¿Realmente está justificada mi existencia?
¿ Debo seguir viviendo o acabo mi estúpida vida con un corte?
Si todos me odian tanto, realmente no me van a echar de menos si mi vida acaba en este instante.
Escribo estas palabras entre las lágrimas que expresan lo que jode realmente querer ser perfecta...
¿La verdad? 
Soy la chica con más defectos en este mundo.
No voy a llegar a ser esa típica chica frágil, bonita, alta, delgada, simpática que nunca debe preocuparse por si se equivoca. La que nunca ha tenido errores los cuales le pesan en la carga; sin saber porqué quiero ser ese tipo de chica.


Cierro los ojos mientras las lágrimas recorren mis mejillas y manchan el papel con visibles gotas de dolor, sufrimiento, y pasan a ser tinta corrida en el papel; las letras no se entienden, pero el dolor sigue presente.














Callaré, no hablaré nunca más; cerraré los ojos para no hacer malas miradas; taparé mis oídos para no escuchar lo imperfecta que llego a ser; dejaré de respirar por si a alguien eso también le molesta.






















Simplemente dejaré que mi alma muera.

El último adiós.

Mirando al mar, con esa brisa salada no muy fría acariciando sus cabellos dorados y su típica postura de galán ahí estaba ÉL.
Con el sol a media luz brillando en sus claros ojos celestes en los que más de una vez ella se perdió. 
Ella se le acercó y le abrazó.
No solía ser muy decidida, su timidez siempre le jugaba malas pasadas pero, ese día la cosa cambió.
Ella, triste pero sonriente, aceptó su decisión y le dejó marchar.
Mientras ella le abrazaba el le acariciaba la melena oscura con dulzura como siempre hacia y a la vez le sonreía, con esa típica expresión de hermano mayor que siempre tenía en la cara y que ella adoraba tanto.
Los dos, solos en aquel maravilloso sitio, pero triste era el lugar para la despedida.
Ella se separó de el bruscamente manteniendo sus brazos sobre la cintura del chico, y le miró a los ojos, con esas perlas de color carbón que a el le incomodaban cuando le hacía una mala mirada, pero, al fin y al cabo, estaba enamorado de esos dulces ojos.


+ Este será el último adiós?
- Espero que no -le sonrío dulcemente-


El le cogió de las manos por ultima vez, y se dispuso a partir rumbo a su viaje.
Antes de que diera media vuelta ella no se lo pensó dos veces, necesitaba hacerlo.
El corazón le latía tan rápido y fuerte que lo podía sentir sin necesidad de ponerse las manos en el pecho. 
Así que le agarró del brazo, el lo sintió y dio media vuelta, fue cuando ella tubo un arrebato de valor y le besó.
El sonriente como siempre, la abrazó y le dijo que nunca olvidara ese momento, el cual sería la unión de sus vidas.
La playa donde se dieron su primer beso de amor.






Ella se quedó ahí, sentada.
Sola.
Mirando al inmenso océano.

Esta és la ultima batalla.

Tu notaste alguna vez esas mariposas, si se le puede llamar así, en el estomago cuando oías su nombre? Te temblaban las piernas cuando te hablaban sobre el? Tu corazón latía más fuerte a un ritmo más rápido de lo normal cuando recibías un mensaje suyo? Por no hablar de cuando te hablaba...

Te diré las cosas claras, ese es una de mis virtudes, voy al grano dejando de lado paranoias.
Voy a serte explícita, no usaré metáforas que te hacen irte por las ramas.
Me cansé de tus juegos con más de 10 reglas que cumplir, sabes que yo siempre le he sido infiel a la ley y que soy una bandida que se escapa de la injusticia sobre la total libertad.
No me pongas límites, comprendes que me los salto hasta sin querer.
No quieras extinguir lo innecesario al fin y al cabo yo acabaré muriendo, no hace falta que remates el trabajo obligándome a callar y a dar silencio a mis palabras explícitas que salen solas por mis labios serpenteando hacia tus oídos expresando mis pensamientos más claros y profundos.

Voy a aplaudirte, pos tus méritos, tus grandes logros que dejan sin palabras quieres que te los recuerde o no hace gran falta?
Llegaste a la carrera de gilipollas apenas estudiando, la de subnormal te la sacaste por lo menos sin repaso, ahora que te falta la de cabrón? Tranquilo que de eso tienes un máster so' mamón.

Las veces que lloré recordando ese día con las palabras frías como el hielo...

+ He de irme...

- No te vayas hazlo por mi...

+ Lo siento...

Como crees que estuve yo tras esa maldita conversación? Para irme de fiesta? Sabes que soy débil aunque aparentemente siempre me muestre fuerte y capaz de afrontarlo todo...

Siempre que pienso en nuestros momentos, esas estúpidas bromas que hacías.. las que nunca cambiaría por nada...

Pero decirte que este vacío siempre va a estar aquí... De lo único que me arrepiento ha sido del tiempo que he malgastado queriéndote, adorándote, y tu, haciendo el imbécil con mis sentimientos.

Te voy a mandar a la mierda, y no seré educada, ya que mi educación ha sido siempre en las calles, me la sudas ya un rato, por no decirte que entera anda y lárgate de mi puta vista antes de que me ponga fiera.

Y voy a despedir esta carta,que es de las pocas que te he escrito, con la frase de que esta es la última batalla, y creo yo que queda bastante claro...

Que la guerra la he GANADO.

Sin ella todo sería de distinto color.

Como empezar a explicar nuestra historia, pues bien, supongo que por el principio.

Un día, como otro cualquiera de una niña de 12 años en verano, me conecté en un juego-chat, iba yo con mi personaje de pelo y ojos rojos con falda y sombrero negros. Aburrida decidí entrar en una sala, llamada ahí "isla" para "chafardear"  que diablos había ahí dentro. 

Casualmente, no recuerdo como, entró ella, pelo y vestido amarillos quizás? Sí, si mal no me va la memoria era así.

-Hola; +Hola.

Típico empezar, pequeñas, desconocidas, un juego...

Todo eso nos unió.

Normalmente me dicen, como puede ser tu mejor amiga si estáis tan lejos! Pues no lo se, si te digo la verdad.

El destino nos unió.

+¿El destino?Vaya gilipollez!

Pues bien, coges te pillas un autobús, te largas al fondo del mar, y ahí te mueres subnormal.

Yo solo se, que sin ella no sería todo lo mismo.

Pedirle gracias por todos los momentos que has estado ahí, soportando mis caprichos, mis tonterías, mis llantos, mis malos amores...

Pero todo y con eso se, y afirmo con la mano en fuego, que nunca vas a irte.

Se que me vas a levantar cuando los demás ni se den cuenda de mi caída.

Tea amo Laura Campos Aguilera; Alias: Nenita ; MI HERMANA.