sábado, 26 de noviembre de 2011

La ignorancia no es mutua.

Muchas veces me arrepentí de las cosas que he dicho para que los demás me sonrían. He callado mis opiniones para no parecer la rara o quizás para que no me mirasen mal. Me he aguantado las lágrimas para no parecer débil y también he sonreído a fuerza para que no se notase mi mal estar con tal de que no se pusieran en contra mía.

Estoy cansada; de ello y de mucho más.
No voy a seguir fingiendo para que la gente encuentre su entorno agradable y pueda vivir en paz mientras yo me jodo.
Entiendo que puedo tener mal genio y cuando se me acaba la paciencia exploto, pero en ese caso, luego no me pidas que vaya pidiendo perdón si la causa de ese incidente has sido tú.


No voy a seguir siendo el chicle pegado a tu zapato; esta vez vas a pedir perdón.

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2 comentarios:

  1. ME ENCANTA.
    Te sigo, escribes muy bien, y , sinceramente te comprendo, estoy harta de que la gente intente que no seas como eres y quieran obligarte a ello.

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